Scroll Top
19th Ave New York, NY 95822, USA

El tamaño… ¿importa?

el-tamaño-importa-arantxa-rufo

Clásica pregunta donde las haya, ¿el tamaño importa? ¡Pues claro que importa! No es lo mismo que sea larga, muy larga o muy cortita, o micro. No es lo mismo.  Y lo sabes.

No. No estoy hablando de libros, ¿qué pasa contigo, menta limpia? ¡No estaba hablando de libros! Pero ya que insistes, hablemos de libros. ¿El tamaño importa?

Esta publicación me va a granjear odios y enemigos varios, pero no es más que mi opinión, y te aseguro que ya me jode bastante que el tamaño importe, pero es que es ver una larga, cuanto más larga, mejor, y me pongo palote. Sí, esta vez sí hablo de libros.

Hace poco leí 4 3 2 1, de Paul Auster. La tenía en formato Kindle y no sabía cuántas páginas tenía. Cuando lo cargué y vi la previsión de tiempo que calcula el dispositivo, casi quince horas, empecé a salivar. ¡960 paginacas de novela!

El tamaño de los libros ¿importa? - arantxarufo.com

Es cierto que al principio puede dar algo de pereza, no en vano  representan muchos días pegados a la misma historia, y yo he llegado a un punto en que la lista de lecturas pendientes parece una trompeta militar instándome a apresurarme en terminar con una y empezar la siguiente, continuar adelante, ir tachando nombres de la lista de lecturas pendientes cuando, en realidad, la dichosa lista no hace más que crecer.

Sí, todo eso es cierto, ¡960 páginas! ¡Qué palo! ¿Sí? ¡No!

960 páginas significa que voy a acabar conociendo a los personajes como si fueran miembros de mi propia familia (o más, creedme), que lo voy a saber todo de ellos, que pasarán a convertirse en parte de mi vida. Y así fue, por supuesto, y mucho tiempo después de terminar la novela, aún seguían a mi lado, y veía algo y pensaba “a Ferguson le encantaría esto” o “Amy coincidiría con esto que he leído”. Esa sensación no tiene precio.

Por desgracia, esto tiene su lado negativo. Y es cosa mía, solo mía, espero no ofender a nadie (por difícil que eso resulte en estos tiempos), pero es que tengo un problema con los relatos cortos. Repito, es cosa mía.

El tamaño de los libros ¿importa? - arantxarufo.com

Te puedo asegurar que es un defecto que tengo que me molesta horrores, porque algunos de mis escritores favoritos, como (san) Stephen King y Ray Bradbury son auténticas bestias pardas escribiendo relatos cortos, y muchos otros autores, de no tan famosa carrera, se han especializado en este género y sé que sus trabajos son brillantes, llenos de matices, de giros, de elementos que no son nada sencillos de ejecutar en tan poco espacio. Reconozco y admiro el valor de plasmar una historia en pocas palabras, pero es que me falta algo. Necesito más. Será mi parte yonqui que, cuando encuentra un personaje que le gusta o una historia interesante, necesita más. Muy bien, Andy Dufresne está en Shawshank y planea una fuga que le sale bien, genial, ¿qué más? ¿Qué siente, cuáles son sus miedos, sus odios, sus ilusiones, qué tiene que perder y que ganar, qué opinan sus compañeros de todo? ¡Dame más!

Por eso he llegado un punto en que, si me recomiendan una recopilación de relatos, me cuesta acercarme a ella, sé que me voy a quedar interruptus, sé que para cuando termine la historia no habré terminado de pillarle el punto al personaje, que me quedo como “bueno, se fugó, ¿y qué?” Es cosa mía, lo repito, es cosa mía.

En cambio, cuando sale una nueva entrega de una saga que sigo, sobre todo si pertenece al género de fantasía, en la que no son historias independientes sino una sola que se alarga hasta la eternidad, me preparo para repasar todas las novelas desde la primera. Una, dos, tres, cuatro… Lo hice con La Torra Oscura, con Juego de Tronos, y estoy deseando que el puñetero (con cariño) Patrick Rothfuss publique la última entrega de las Crónicas del asesino de Reyes para volver a recibir a Kvothe en mi vida. No lo hago, en cambio, con las novelas de Geralt de Rivia, porque no sé si soportaría tanto tiempo pegada a ese hombres in sufrir un sofoco. Seguimos hablando de libros. O no, ya no lo sé. Me pierdo.

El caso es que sí, me gustan las novelas largas, me encantan. De hecho, después de 4 3 2 1 vino Ana, de Roberto Santiago, 864 páginas de nada. Felicidad absoluta.

¿A ti te gustan las novelas largas o te dan cierto reparo? ¿Prefieres los relatos cortos? ¿Eres aficionado a ambos por igual? Cuéntamelo, a ver si consigo pillarle el gusto a las historias cortas.

Un abrazo.

 

 

4 Comentarios

Elena Álvarez
Responder
noviembre 21, 2018 at 10:44 am

Me pasa lo mismo con los relatos cortos… Y con las novelas largas, pues depende. Si me engancha y me gusta, cuantas más páginas, pues mejor. Si no termina de convencerme se vuelve una tortura, porque tengo como urticaria a dejar novelas a la mitad. Con lo cual cada vez me he vuelto más prudente a la hora de elegir mis próximas lecturas, especialmente si son largas :/

    Ara Rufo
    Responder
    noviembre 21, 2018 at 10:57 am

    Me acabas de retratar, Elena. Yo soy igual que tú. Como una novela no me guste, me cuesta dejarla, y si es larga se convierte en una tortura. Aunque admito que cada vez me resulta más fácil eso de abandonarlas a medias. No tengo tiempo que perder, lo que sí tengo es una lista enorme de lecturas pendientes. Aun así, yo también ando con cuidado a la hora de seleccionar.
    Tenemos que aprender a hacerlo sin tanto pudor, si algo no nos gusta, se deja y a otra cosa 😉
    ¡Muchas gracias por tu comentario!
    Un abrazo

Maria ML
Responder
noviembre 21, 2018 at 1:33 pm

Geralt de Rivia es maravilloso . Dicho esto, en mi caso la longitud del libro depende de lo que trate. Fantasía o aventuras, dadme la longitud que querais. En otros géneros o la historia esta bien llevada o termina siendo un sinsentido de larga, retorcida y descripciones que no vienen a cuento. En cuanto a los relatos, mas de lo mismo, si no me gustan pues nada pero si lo han hecho y me han llegado al alma siempre me quedo con ganas de leer mas. Besos!!

    Ara Rufo
    Responder
    noviembre 22, 2018 at 9:00 am

    Es curioso que nombres las descripciones sin sentido porque, precisamente, donde más las he encontrado ha sido siempre en el género de la fantasía, aunque eso no quita que determinados autores de otros géneros sean demasiado aficionados a ellas. Y sí, es insoportable, la historia se hace eterna y no hay quien la aguante.
    Un abrazo enorme y muchas gracias por tu comentario.
    ¡Y viva Geralt! 😀 😀

Escribe un comentario

SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER

Información sobre protección de datos

Responsable: Arantxa Rufo
Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
Legitimación: Tu consentimiento
Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
Contacto: info@arantxarufo.com.
Información adicional: Más información en nuestra política de privacidad.

ÚLTIMOS ARTÍCULOS

19 Mar: Padres e hijos en la novela negra. Vínculos Oscuros

Las relaciones entre padres e hijos dan mucho juego en la novela negra. Criminales o redentores, hay muchos ejemplos

06 Mar: Mujeres detectives: Las heroínas del género negro

En la actualidad, las mujeres detectives son un elemento fundamental del género negro, y ya nadie se sorprende de que un personaje femenino protagonice sus propias historias o sagas criminales al mismo nivel que cualquier personaje masculino.